domingo, 3 de junio de 2012

La Magia del Sexo

VISITA A SAN AGUSTÍN (2ª. PARTE),


Ciertamente, el arte erótico que encontramos en San Agustín es formidable; este arte de naturaleza realmente objetiva, es claro que se halla asociado a la ciencia, a la religión en su forma más pura; en tiempos de la antigua cultura Agustiniana, en Indo América el arte erótico jamás estuvo divorciado de la religión, de la ciencia y de la filosofía.
Por medio del arte erótico se llega directamente a la Conciencia; por medio del arte erótico se instruye a la Conciencia Tántrica, y esto es admirable.
En San Agustín, glorioso, inmortal, se habló a tra­vés del phalismo sagrado en forma de símbolos gnósticos. Quienes piensan erradamente que en San Agustín se adoraban ídolos, es­tán totalmente equivocados, porque los Agustinianos tenían una cultura portentosa que deviene de los más antiguos tiempos; en su estatuaria encontramos una Doctrina Solar, que percibida directamente por la Conciencia, nos podría llevar a un nivel de más alta civilización.
Incuestionablemente, los símbolos phálicos Agustinianos están impregnados de colosal sabiduría divinal. Quienes suponen que el phalismo es algo meramente idolátrico, se hallan perfectamente errados; la Antropología Gnóstica dice que las esculturas encontradas en este sagrado sitio no representan jamás fetiches o tabúes, pues los Agustinianos no eran tan ignorantes como suponen los “investigadores” de la Antropología Oficial; en realidad en San Agustín se rindió culto a los eternos principios masculino y femenino que son el fundamento de toda creación.
Lo que estamos diciendo aquí, con seguridad no podrá ser entendido por aquellos que están embotellados dentro de los dogmas cien­tíficos. Pero el Arte Agustiniano erótico nada tiene que ver con todas las jergas cien­tificistas “modernas”; este Arte Regio conserva viejas tradiciones milenarias, viven en ellas, y nadie podría ha­cerle cambiar esta realidad. Así pues, San Agustín tuvo una cultura que ni remotamente sospechan las gentes de esta época.
El grupo de estudiantes de la Antropología Gnóstica que ha visitado los parques arqueológicos de San Agustín, así como sus diversos museos oficiales y privados han examinado en forma clara y precisa, los Misterios Sexuales encerrados en el arte erótico de esta grande cultura Indo americana. Nosotros nos inclinamos reverentes ante los grandes Misterios de esta verdadera Escuela Regeneradora que se desarrolló aquí en este sacro lugar.
¡Quién podría negar que en el amanecer de la humanidad existieran poderosas civilizaciones y sublimes Misterios! ¡Quién podría ignorar que los monumentales Misterios de las Culturas Indo americanas son sexuales! ¡Quién podría desconocer que toda religión solar tiene su origen sexual!
Indudablemente, los Misterios que se desenvolvieron en San Agustín, tienen como base la veneración y respeto del Phalo y del Yoni, es decir, del órgano sexual masculino y del órgano sexual femenino. Evidentemente, los Misterios Sexuales resplandecieron abrazadoramente en las Escuelas Iniciáticas que brillaron en este sitio inmemorial. Los principios de auto-educación sexual, son perceptibles en cada una de sus estelas.
En la Antropología Gnóstica tenemos conocimientos de que el secreto de la unión sexual entre varón y mujer (sin eyacular el “Esperma Sagrado” y sin cometer el crimen imperdonable de llegar al “orgasmo”) conocido como “Magia Sexual”, era transmitido entre las castas sacerdotales de padre a hijos y en secreto. ¡Ay de quienes traicionaban tales Misterios! Más les valía colarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al mar.
El arte erótico bulle y palpita evidentemente en la estatuaria Agustiniana; donde están presentes los principios masculino y femenino, resplandeciendo como Dioses y Diosas en el fondo de todas las edades. El Hombre Real (no el “animal Intelectual moderno”) como lo vemos en muchas de sus estatuas, se gesta en los Misterios de la Magia Sexual o Suprasexo. El Suprasexo es la representación del Eterno Amor que fluye y palpita en todo el Universo.
En el génesis de cualquier creación encontramos siempre el inmutable masculino y el eterno femenino en pleno coito místico metafísico. Sin duda alguna, Dios resplandece sobre la pareja perfecta, como se demuestra en el génesis de todos los textos sagrados.
Se nos ha dicho con gran verdad, que todos los sistemas de Auto-educación íntima son sexuales; lamentamos profundamente y para nosotros los que estudiamos la Antropología Gnóstica, es muy doloroso ver cómo la moderna humanidad ha cometido el error de subestimar el sexo, o de considerarlo en sus más bajas manifestaciones, como es el caso del Infrasexo con todas sus tendencias asqueantes de aberraciones o sexopatías.
Invitamos a la desdichada humanidad abatida por la ignorancia en materia sexual, a comprender la trascendencia de la función sexual; y para salir de esto puede iniciarse con el estudio de cada estatua Agustiniana, hasta lograr vislumbrar que la Gran Mística Universal es sólo Una y Cósmica. Esta Gran Mística asume diferentes formas según las necesidades de la humanidad. Así, pues, resulta utópica esa lucha fratricida entre las diferentes formas místicas o entre budistas, sintoistas, cristianos, Islamismo, Hinduismo. etc., etc., porque en el fondo todas estas manifestaciones son únicamente modificaciones de la Gran Mística Universal y de la Alta Cultura del Espíritu. “Hay que arrancarle a estas estatuas la palabra que da vida”.
Todo fenómeno, sean éstos físicos, biológicos, psíquicos, etc., es una triple manifestación de materia, energía y conciencia, por lo tanto resulta absurdo esa lucha entre la mística y la ciencia. En verdad, sólo existe una ciencia universal, es la Ciencia Pura; donde la Filosofía, el Arte y la Mística, están integrados.
El Suprasexo o Magia Sexual es la síntesis de la ciencia pura; el Suprasexo es universal; se conoció en secreto en los Misterios del Cristianismo Primitivo, de los Templarios, de Eleusis, Roma, Mitra, Cartago, Celtas, Fenicios Druidas, Esenios, Aztecas, Mayas, Incas, Kogi, etc., etc. Ahí encontrará el investigador consciente arte erótico, que está en clave, pero el que tiene entendimiento entenderá intuitivamente.
El arte erótico que encontramos en San Agustín nos presenta al sexo en sí mismo, como la función creadora más trascendente y trascendental; empero, desafortunadamente, las gentes actuales ignoran ésto, porque en el mundo “dizque” civilizado, reina soberana el oscurantismo en esta materia.
Nosotros hemos investigado, aquí en San Agustín todos los grandes tesoros de la Alta Cultura del Espíritu, hemos escudriñado el fondo del gran arte erótico, y aquí hemos hallado la clave suprema de todos los Secretos y la llave de todos los Misterios: La Magia Sexual. El Secreto de todos los Secretos está en el Suprasexo; de él hablaron los Alquimistas Medievales y lo llamaron la Piedra Filosofal; esa Piedra se encuentra en los órganos sexuales tanto del varón como de la mujer.
Al Suprasexo lo encontramos en clave en cada pieza eróticas de San Agustín. Infortunadamente, los estudiosos que se acercan a instruirse con estas estelas,desconociendo totalmente los principios de la Antropología Gnóstica, ven en estas estatuas sexopatías, anormalidades sexuales de sus artistas; obviamente, estas opiniones absurdas, esos exabruptos inaceptables, se deben a la ignorancia de los intelectuales de esta época decadente; pues, por ninguna parte encontramos que los artistas Agustinianos nos inviten a malgastar la energía sexual.
La Magia Sexual es la función creadora más encumbrada y tiene como función vital, regenerar al ser humano.
En San Agustín encontramos vestigios arqueológicos que nos demuestran hasta la saciedad la existencia de un Culto Phálico Sagrado, y los testimonios antropológicos son muchos, como sus distintas formas y manifestaciones.
Resulta evidente el carácter ritualístico que tienen los símbolos sexuales Agustinianos, así como también su hondo significado para la Conciencia Superlativa del Ser, y aquí, el arte erótico tomó forma para dejar su mensaje expresado a través de la belleza y la armonía de la erudición de los artistas gnósticos que elaboraron estas esculturas.
Para comprender el verdadero significado de las ceremonias y de los rituales sexuales plasmados en las piedras Agustinianas, dirijamos nuestra atención intencionalmente al Tantrismo del Próximo Oriente, lugar exótico de donde deviene la Magia Sexual enseñada actualmente, por los Grandes Iniciados Indostanes que tenían como base el phalismo sagrado. Allí se enfatiza la idea que un coito metafísico realizado entre un varón con una mujer, es una auténtica panacea para el logro de los más altos estados místicos.
Además, tengamos en cuenta que el phalismo sexual y el culto al Fuego Sagrado son antiquísimos; en Asia, por ejemplo, existen vestigios de templos y antecámaras, donde se le rendía culto.
La historia de todas las religiones solares, está llena de símbolos y amuletos phálicos, tales como el “Mizpah hebreo”, el “Poste de Mayo Cristiano”, etc. Así, también podemos afirmar, que los phalos de piedra descubiertos por aquí, por allá y acullá, están vinculados con las ceremonias de Iniciación en la Magia Sexual.
Al igual que en el Próximo Oriente, los órganos sexuales desempeñan un gran papel en San Agustín; si embargo, son más sobresalientes las representaciones del órgano sexual masculino, pues el femenino está dado de manera simbólica, tal como la fertilidad, el vaso o recipiente que llevan algunas estatuas, la preñez en otras, etc., etc.En el arte erótico Agustiniano podemos captar que el órgano sexual masculino es el símbolo viviente de la Potencia Sexual que debe imperar en la práctica del Suprasexo. Eventualmente, las imágenes representativas del Phalo son abundantes. En el arte regio Agustiniano, el phalo aparece insinuado en forma insólita y hasta inusitado. Tal órgano sexual masculino es el tema central de la piedra erótica del antiguo San Agustín.
En tiempos arcaicos se veneraron profundamente las piedras sagradas de forma phálica; otras veces semejantes a la vulva; piedras de pedernal y de sílice, que se tenían por sagradas, por cuanto con ella producían el Fuego Sagrado como divino privilegio, tal como lo podemos apreciar en Indo América.
Un investigador de la Antropología Gnóstica, José Jesús Leal, sobre el estudio del arte erótico en Indo América, dice. “Es una lástima que las joyas más preciosas de la Magia Sexual no se conserven, y que solamente existan los recuerdos degenerados de las costumbres del período de la decadencia, que quedó mencionado en la fuente escrita y que se refiere a lo que los españoles recogieron del reciente pasado a la conquista y sus observaciones sobre todo a las costumbres, tal como aparecen en las crónicas de los siglos XVI y XVII, escritas por personas tan famosas como Garcilaso y Guamanpoma…Es una lástima que tales escritos antiguos mencionen y lleguen hasta la época donde se mantiene el aspecto sociológico externo, como la constitución de la familia, el adulterio y sus castigos, etc., sin considerar sus aspectos ontológicos y soteriológicos”.
“Así, considero, que las fuentes de los siglos XVI y XVII, que guardan los distintos archivos como el “Estudio de Basto”, y los escritos de varios eruditos, son insuficientes como material escrito, en todo lo que se relaciona con las expresiones de amor…”
Aquellos que opinan que el phalismo de San Agustín es la producción con fines obscenos o viciosos sin ningún propósito sublime, están muy equivocados; no negamos que existió la decadencia sexual o caída en el Infrasexualismo de las grandes culturas en el territorio americano, pero ésto no es el caso de la estatuaria de este lugar; sino por el contrario, esta magnífica concepción de representar el sexo por medio de la piedra, tiene como base una tremenda verdad: La Magia del Sexo.
Estas representaciones sexuales Agustinianas, es axiomático y meridiano que rechaza al Infrasexo, es decir, están ausentes las horripilantes sexopatías y plasma secretamente el maravilloso goce de vivir a través del Suprasexo, que es el propósito exquisito de la sexualidad mística, cuestión que los artistas regios de la naturaleza que moldearon estas estelas dejaron para la posteridad, que es la finalidad del arte regio objetivo, la realidad del Suprasexo, práctica deífica que guarda concomitancia exacta con la idea de que a través de la sexualidad trascendente llegamos a fusionarnos con la Deidad íntima particular.
El sexo expresado en este interesantísimo lenguaje de la estatuaria, nos invita a utilizar la fuerza de Eros, que tiene su manutención en la Magia Sexual, la es la ciencia metafísica erótica que nos permite controlar las fuerzas sutiles de nuestra naturaleza interior; arte prodigioso que nos invita influir conscientemente sobre los principios causales de nuestra propia naturaleza íntima.
La energía sexual es fuera de toda duda la energía extraordinaria que cuando es sabiamente transmutada coloca al hombre en comunicación directa con su propio Ser divinal, llamando a la actividad a sus distintas partes íntimas.
Este Cuaderno Gnóstico, trata únicamente sobre el arte erótico Agustiniano. No es un Cuaderno para ser leído, sino para ser experimentado por todas las Partes Autónomas, Auto-conscientes y Auto-independientes de nuestro propio Ser Profundo…


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