VISITA A SAN AGUSTÍN (1ª. PARTE)
Cuando Indo América estaba en todo su esplendor y grandiosidad, jamás se cometieron los sacrificios que la humanidad actual atribuye a algunas culturas antiguas. La cultura Indo Americana es solar. Indo América fue instruida por Seres Solares Perfectos, Mesías, Profetas. Ciertamente, la sabiduría antigua Indo Americana es formidable; y su arte de naturaleza realmente objetiva, como lo apreciamos aquí, en San Agustín, se halla asociado a la ciencia y a la religión en su forma prístina; en tiempos en que floreció esta antigua cultura Agustiniana, nunca estuvo el arte separado de la religión, de la ciencia y de la filosofía.
Por medio del arte regio gnóstico se llega directamente a la Conciencia, se instruye al cerebro emocional, y esto lo podemos palpar, tocar, ver aquí. En los tiempos de la antigua cultura Agustiniana el arte nunca fue subjetivo. Este arte enlaza los conocimientos ocultos sobre Suprasexualidad de todas las antiguas culturas, tanto la egipcia, como la babilónica, la fenicia, la griega, la indostánica, la tibetana, etc., como lo podemos apreciar en este símbolo que nos habla de la “Transmutación Sexual, del ascenso de la energía sexual”.
La transmutación sexual del "Ens Seminis" en energía creadora, se hace posible cuando evitamos cuidadosamente el abominable espasmo, el inmundo orgasmo de los fornicarios (Consultar Levítico 15).
En la Alquimia sexual se conoce que la bipolarización de la energía del sexo en el organismo humano, fue, desde los antiguos tiempos, analizada en los Colegios Iniciáticos de Egipto, México, Perú, Grecia, Caldea, Roma, Fenicia, etc., etc., etc. El ascenso de este tipo de energía (no la sustancia semínica) hasta el cerebro se verifica gracias a cierto par de cordones nerviosos, que en forma de ocho se desenvuelven espléndidamente a derecha e izquierda en la espina dorsal. De esta manera llegamos al Caduceo de Mercurio (símbolo de la sagrada medicina) con las alas del Espíritu siempre abiertas.
Aclaramos que este par de cordones nerviosos arriba mencionados jamás podrían ser encontrado con el bisturí, pues ellos son de naturaleza semi‑etérica, semi‑física. Estos son los “Dos Testigos del Apocalipsis”, las “Dos Olivas” y los “Dos Candeleros” que “están delante del Dios de la Tierra, y si alguno les quisiese dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos”.
El V. M. SAMAEL AUN WEOR, dice: “En la sagrada tierra de los Vedas este par de cordones nerviosos son conocidos con los nombres sánscritos de Idá y Pingalá; el primero se relaciona con la fosa nasal izquierda y el segundo con la derecha. Es obvio que el primero de estos dos Nadis o canales es de tipo Lunar; es ostensible que el segundo es de naturaleza Solar. A muchos puede sorprenderles un poco que, siendo Idá de naturaleza fría y Lunar, tenga sus raíces en el testículo derecho. A muchos podrá caerles como algo insólito e inusitado, la noticia de que, siendo Pingalá de tipo estrictamente Solar, parta realmente del testículo izquierdo. Empero, no debemos sorprendernos, porque todo en la naturaleza se basa en la “Ley de las Polaridades”.
“El testículo derecho encuentra su anti‑polo exacto en la fosa nasal izquierda, y esto ya está demostrado. El testículo izquierdo encuentra su antípoda perfecta en la fosa nasal derecha y obviamente esto debe ser así. La Fisiología esotérica enseña que en el sexo femenino los dos testigos parten de los ovarios. Es incuestionable que en las mujeres el orden de este Par de Olivas del Templo se invierte armoniosamente”.
Así, pues, en San Agustín como en las estelas de Kalasasaya (Bolivia), Copan (Honduras), etc., muestra los brazos en posición hacia arriba, indicando el ascenso de las fuerzas positiva y negativa, a través de ese par de cordones nerviosos.
“Viejas tradiciones que surgen de entre la noche profunda de todas las edades, dicen que cuando los átomos Solares y Lunares del sistema seminal hacen contacto en el Triveni cerca del coxis, entonces por simple inducción eléctrica despierta una tercera fuerza; quiero referirme al fuego maravilloso del “Amor” –nos manifiesta el V. M. SAMAEL AUN WEOR-, y complementa: “Escrito está en los viejos textos de la sabiduría antigua, que el orificio inferior del canal medular en las personas comunes y corrientes se encuentra herméticamente cerrado; los vapores seminales lo abren para que el fuego sagrado de la sexualidad penetre por allí. A lo largo del canal medular se procesa un juego maravilloso de variados canales que se penetran y compenetran mutuamente sin confundirse debido a que están ubicados en diferentes dimensiones; recordemos al Susumná, y a otros como el Vajra, Ajra, el Chitra, el Centralis y al famoso Brahmanaddi; por este último asciende el fuego del deleite sexual cuando jamás cometemos el crimen de derramar el semen”.
“El ascenso del fuego sexual por el canal medular se realiza muy lentamente, de acuerdo con los méritos del corazón. Los fuegos del Cardias controlan sabiamente el ascenso milagroso de la flama del amor. Obviamente tal llama erótica no es algo automático, o mecánico, como suponen muchos equivocados sinceros. Este fuego serpentino despierta exclusivamente con el deleite sexual amoroso y verdadero. Jamás ascendería la flama erótica por el canal medular de parejas unidas por mera conveniencia personal”.
“Sería imposible el ascenso de la llama santa en la espina dorsal de hombres y mujeres adúlteras. Nunca subiría el fuego de las delicias sexuales en la espina dorsal de aquellos que traicionan al Gurú. Jamás ascendería el fuego sexual por la médula de los borrachos, afeminados, calumniadores, codiciosos, lesbianas, drogadictos, asesinos, ladrones, mentirosos, explotadores, blasfemos, sacrilegios, etc., etc., etc.”
“El ascenso de la flama de las dichas ardientes a lo largo del canal espinal, de vértebra en vértebra, de grado en grado, resulta en verdad muy lento; jamás subiría instantáneamente como equivocadamente suponen algunas personas que no poseen información correcta. Huelga decir en gran manera y sin mucha prosopopeya, que los treinta y tres grados de la Masonería Oculta se corresponden esotéricamente con las treinta y tres vértebras espinales”.
“Cuando el Alquimista comete el crimen de derramar el "Vaso de Hermes" (me refiero al derrame seminal), obviamente pierde grados masónicos, porque el fuego de los encantos amorosos desciende una o más vértebras de acuerdo con la magnitud de la falta. Recuperar los grados perdidos suele ser espantosamente difícil; empero, está escrito que en la Catedral del Alma hay más alegría por un pecador que se arrepiente, que por mil justos que no necesitan arrepentimiento. En el Magisterio del Amor siempre somos asistidos por los Elohim; ellos nos aconsejan y ayudan”.
Entre los dos brazos, en muchas de las esculturas, aparece un rostro que nos indica al Hombre Causal, al Hombre Verdadero. El Hombre Verdadero es el Hombre que ha fabricado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, conocidos en el gnosticismo como Astral, Mental y Causal; san Pablo cuando se refiere a ellos los nombra como Cuerpos Natural, Espiritual y Divino, respectivamente. Y cuando se dice que el Auténtico Hombre es el Hombre Causal, se refiere a que ese ser humano es un Hombre en el sentido completo de la palabra, un mutante positivo; y todo esto se realiza por medio de la Suprasexualidad.

“Conforme el acto sexual se prolonga, a medida que aumentan las caricias deliciosas del éxtasis adorable, se siente una voluptuosidad espiritual encantadora. Entonces nos estamos cargando de electricidad y magnetismo universal, terribles fuerzas cósmicas se acumulan en el fondo del Alma, las fuerzas misteriosas de la Gran Madre Cósmica circulan por todos los canales de nuestro organismo. El beso ardiente, las caricias íntimas, se transforman en notas milagrosas que resuenan conmovedoras entre el aura del Universo. No tenemos cómo explicar aquellos momentos de gozo supremo”.
“Si el hombre y la mujer saben retirarse antes del espasmo, si tuvieran en esos momentos de gozo delicioso fuerza de voluntad para dominar al Ego animal (el “Yo” de la lujuria), y si luego se retirase el varón, del acto sin derramar el semen (y la mujer sin llegar al orgasmo), ni dentro de la matriz, ni fuera de ella, ni por los lados, ni en ninguna parte, habrían realizado un acto de Magia Sexual, eso es lo que se llama en Alquimia Arcano A. Z. F. Con el Arcano A.Z.F., (tanto el varón como la mujer) pueden retener toda esa luz maravillosa, todas esas corrientes cósmicas, todos esos poderes divinos”.
“Pero cuando (el varón) derrama el semen (y la mujer llega al orgasmo), las corrientes cósmicas se funden entre las corrientes universales y penetran en el Alma de los dos seres, una luz sanguinolenta, las fuerzas luciféricas del mal, el magnetismo fatal. Entonces Cupido se aleja llorando, se cierran las puertas del Edén, el amor se convierte en desilusión, viene el desencanto, queda la negra realidad de este valle de lágrimas”.
“El hombre y la mujer amándose mutuamente son verdaderamente dos arpas de milagrosas armonías, un éxtasis de gloria, aquello que no se puede definir porque si se define se desfigura. Eso es amor. El beso es la consagración profundamente mística de dos Almas que se adoran, y el acto sexual es la llave con la cual podemos fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, para convertirnos en Hombres Reales. El amor se alimenta con amor, sólo con amor son posibles las Bodas de la Alquimia”.
Estas estelas aventajan en mucho a una explicación en letras o hablada.
Otras estelas presentan una figurilla en el centro del pecho; esto nos está hablando al centro emocional, del centro profundo de la Conciencia. El centro emocional es uno de los cinco que poseemos para llevar cabo nuestra vida; los otros 4 son: el intelectual, motor, instintivo y el sexual. Los cinco centros necesitan ser utilizados en forma equilibrada para llevar a cabo una vida plena y armoniosa. Cuando no se emplean o se abusa de ellos entonces nuestro organismo resiente las consecuencias de tal proceder. La psicología considera a las emociones como algo insustituible para vivir ya que ellas son las que le dan sabor a nuestra existencia, son la sal de la vida. Pues bien, gracias al centro emocional, podemos expresar amor y cariño a nuestros seres queridos y mostrar afecto a nuestros semejantes y extender ese sentimiento a toda la creación entera, pero al mismo tiempo podemos sentir cómo esa energía sublime nos la transmiten quienes nos rodean. El centro emocional como los otros Centros, tienen 2 aspectos: positivo y negativo y eso es lo grave porque muchas veces sin saberlo estamos viviendo con dicho centro en forma negativa. Conviene saber esto porque así podremos modificar algunos aspectos negativos de nuestra vida y sus nefastas consecuencias.