martes, 26 de junio de 2012

El phalismo como expresión creadora


         VISITA A SAN AGUSTÍN (2ª. PARTE)


La representación bien definida, en las figuras Agustinianas de los genitales masculinos, expresa la naturalidad con que estas culturas  precolombinas se relacionaban con la  Suprasexualidad.
         Estas piezas arqueológicas son consideradas por algunos estudiosos como divinidades phálicas, representando la fertilidad masculina y el amor trascendental.
         El órgano sexual masculino, fue tomado como un atributo para el culto phálico en Indo América para representar esa fuerza creadora que nosotros los cristianos llamamos Espíritu Santo; en la India, Shiva. Bien conocían los artistas gnósticos Agustinianos que el Espíritu Santo es la fuerza sexual que vemos en los pistilos de las flores, eso que se expresa en los órganos creadores de todas las especies que viven; fuerza asombrosa sin la cual el Universo no podría existir.
         Los símbolos fálicos en la religión Indo americana hablando antropológicamente, se refieren a la devoción del Eterno Masculino de la creación que lucha por integrarse con el Eterno Femenino. Han sido encontrados estos referentes en las culturas solares prehispánicas.
Así nos topamos festivales de la fertilidad que se celebran aún en sus templos y lugares sacros, como lo podemos observar en muchos sitios del Perú y México.
         Los pueblos Indo americanos no ignoraron que las doctrinas que combaten el mal uso y abuso de la sexualidad, son oprobiosas, por eso tuvieron una penetrante consternación a la esterilidad. Y dejaron para la posteridad esta enseñanza en estas estelas para indicarnos que el azote más temible y la mayor vergüenza para los seres humanos era evitar el uso creativo del sexo, tanto en el mundo exterior (tener hijos) como en el mundo interior (no fabricación de los Cuerpos Celestiales, llamados según san Pablo, Natural, Espiritual y Divino).
         Esto nos hace recordar que entre algunos pueblos antiguos, la mujer estéril era un oprobio para los suyos, y ella misma se consideraba como maldita. Si no daba a luz, ¿para qué servirían la cavidad de su vientre y la copa de sus pechos? Su estéril belleza se cubría de luto con estos pensamientos obsesivos, a los que habría deseado conjurar criando a un niño entre sus brazos.
         En la Biblia encontramos varios hechos que nos hablan del espanto a la esterilidad; por ejemplo, Sara, la esposa de Abraham, padre del pueblo judío y musulmán, viendo que era estéril y que no era capaz de concebir, entregó su sierva Agar La Abraham para que éste pudiera reproducirse y cuando, por  fin, Sara concibió, consideró ese día como el más feliz de su vida y quedaron satisfechos sus anhelos.
         Entre los hebreos, siguiendo el mensaje bíblico de “creced y multiplicaos”, el deseo era tener tanta descendencia como las estrellas o como las arenas del mar. Jacob se casa con dos hermanas, Sara y Raquel, y dado que Raquel tardaba en quedarse embarazada, ésta le suplicaba “dame hijos o moriré”, y cuando quedó embarazada, exclamó: “Dios me ha librado del oprobio”. Cuando ambas hermanas ya eran estériles por ser mayores, ellas mismas le entregaron como sustitutas a sus siervas, más jóvenes que ellas, con las que Jacob tuvo más hijos.
El Proto-evangelio apócrifo de Santiago nos relata las dificultades para tener descendencia de Joaquín y Ana, padres de la virgen María, madre de Jesucristo.
Por esta razón, Joaquín fue expulsado del templo y no se le dejó presentar su ofrenda. Joaquín se retiró al desierto, ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches, mientras su mujer suplicaba al creador y se lamentaba por no tener descendencia. Cuando Joaquín regresó, cohabitó con su mujer, que concibió a María quien muy joven entró a servir en el templo para cumplir la promesa de sus padres.
         Dentro de estos símbolos y alegorías de la Santa Biblia se  encuentra la ilustración de que el sexo en su forma más perfecta es la creadora.
De tal forma que no permitirle su manifestación creadora divina al sexo como lo hacen los monjes y las monjas, el homosexualismo, abortos provocados, las gentes que aman la masturbación, etc., son consideradas como personas que odian el sexo; gentes que están en contra de lo divinal.
Lo más espeluznante de esta situación es que muchas gentes creen llegar a Dios odiando el sexo,  aborreciéndolo o considerándolo como vulgar y grotesco. A este tipo de gente se le considera Infra sexuales.
         Las estatuas de San Agustín que presentan la erección del phalo, están manifestando abiertamente estar en contra de la Infrasexualidad, es decir, de la no expresión creadora de la sexualidad; y la erección del órgano sexual masculino es contundente en expresarnos no sólo la sexualidad normal, sino lo más sublime, la Suprasexualidad.  Como quiera que la ignorancia es un cáncer que carcome la psiquis humana, da lástima encontrar gentes a por millones cargadas de tinieblas espantosas, que pretenden entrar al Reino de los Cielos sin tener en cuenta para nada la expresión genial del sexo, muy a pesar que los Agustinianos dejaron, como toda Indo América,  lo imposible que esto pueda ocurrir.
         Así como para el ciego pasa desapercibida la luz solar, para la ignorancia es inconcebible que para llegar al Nacimiento Segundo o el Nacimiento del Hombre Real, es indispensable la manifestación más elevada de la sexualidad, como lo es el Suprasexo.
         Aquí en San Agustín podemos encontrar huellas de semejante clase de enunciado creador de la sexualidad trascendente; lo que nos señala la existencia de Escuelas Secretas de Regeneración, acerca de las cuales casi nada se sabe oficialmente.
Es por esas escuelas secretas que conocemos de la existencia de esos sublimes seres
Suprasexuales.        
La Suprasexualidad es el resultado de la “Transmutación Sexual”. Cristo, Buda, Dante, Zoroastro, Mahoma, Hermes, Quetzalcóatl y muchos otros grandes Maestros fueron Suprasexuales.
         En la India la divinidad más venerada por las mujeres estériles es Shiva, cuyo símbolo es el Lingam o phalo que se representa en las pagodas como una piedra alzada. En Tanjora existe una pagoda con 365 Lingam (uno por cada día del año), a los que se les cuida y se les unge con un aceite especial, perfumes y rosas, y se les rinde culto un día a cada uno. Las mujeres estériles pasan una noche a oscuras en la pagoda con la creencia de que, por la noche, Siva, el dios del enorme falo, las visitará y las convertirá en fértiles.       
 Esto indica que el Lingam todavía se utiliza en la religión shivaísta como símbolo de devoción del dios hindú Shiva; que es para los occidentales, el Sacratísimo Espíritu Santo. El uso de este símbolo es una tradición que se esgrime desde tiempo remoto en la India. Algunos estudiosos creen el culto al Lingam se origina en la cultura del valle del Indo y en la adoración fálica de culturas prehistóricas anteriores.
El Lingam se suele encontrar conjuntamente con el  ioni (en  inglés yoni), símbolo
representativo del órgano sexual femenino.
         La lucha de los Infrasexuales para embotellar el sexo entre su fanatismo religioso, para recluirlo en la cárcel de sus penitencias, para amordazarle y esterilizarlo, para prohibirle toda manifestación creadora, etc., etc., convierte al fanático en un esclavo de sus propias pasiones, en un esclavo del sexo incapaz de pensar en otra cosa que no sea el Infrasexo.
         En las estelas de San Agustín se presenta el fenómeno de la trascendencia sexual, muy diferente a la tendencia del Infrasexo de querer negarle su poder creador, sin provecho alguno ni gozo verdadero.
         El arte erótico Agustiniano señala que el sexo es la función innovadora por la cual el ser humano puede “crecer y multiplicarse” hacia sus propios mundos internos o psicológicos. Estos monolitos phálicos simbolizan la victoria del Suprasexo sobre el Infrasexo.
         Con el arte erótico, la antigua cultura que se desenvolvió en San Agustín, como sus contemporáneas y anteriores, expresaron la “sexualidad” de la creación tanto del universo como la del hombre, mediante los poderes espirituales que controlan la naturaleza sexual; por eso esas culturas nos presentan a sus primeros dioses como andróginos, y sus primitivas religiones son una mezcla entre lo erótico y lo religioso, entre lo místico y lo sexual. Y como tema básico en muchos de sus rituales el impulso
de la fertilidad, era lo primordial.
         La Magia Sexual o unión de la pareja sin eyacular el Esperma sagrado, fue también ampliamente utilizada como defensa contra las fuerzas malignas; de esta manera quedó la sexualidad impregnando las creencias y los ritos que marcan los ciclos de la vida humana. Así, los mitos, los rituales y las artes de antiguas culturas, y de muchas tradiciones se encuentran enraizadas en el ámbito sexual, cuestión que los Infrasexuales han querido hacer desaparecer; afortunadamente no lo lograron del todo; pues de una u otra manera quedaron expresiones muy profundas de una variedad de temas sexuales.

miércoles, 20 de junio de 2012

Phalismo Sagrado




Cuando estudiamos el génesis de cualquier religión solar venimos a descubrir con místico asombro que su origen es netamente sexual. En África y Asia es corriente la veneración al Lingam Yoni y Pudenda. El Budismo Secreto es sexual. En el Budismo Zen se enseña la Magia Sexual. Buda enseñó Magia Sexual en secreto. Existen muchas divinidades phálicas, como Shiva, Agni, Sacti en la India. Legba en África; Venus, Baco, Príapo y Dionisio en Grecia y Roma, fueron divinidades phálicas. Los judíos tenían dioses phálicos y bosques sagrados consagrados a su culto sexual.
         En Grecia y Roma, en los templos de Vesta, Venus Afrodita, Isis, etc., las sacerdotisas ejercían su santo sacerdocio sexual. En Capadocia, Antioquía, Pamplos, Chipre y Bylos, las sacerdotisas celebraban grandes procesiones portando, con infinita veneración y mística exaltación, un gran phalo, cual dios o cuerpo generatriz de la vida y de la simiente.

La Biblia tiene también muchas alusiones al culto phálico, verbigracia: el juramento, desde la época del patriarca Abraham, lo hacían los judíos apoyando la mano bajo el muslo, o sea sobre el miembro sagrado. La Fiesta de los Tabernáculos como el rito de la Circuncisión son phálicos totalmente.
         En el Cristianismo encontramos mucho phalismo, por ejemplo, la circuncisión de Jesús, la fiesta de los Reyes Magos, el Corpus Christi, etc., son fiestas phálicas heredadas de las santas religiones paganas.
La paloma, símbolo del Espíritu Santo y de la voluptuosa Venus Afrodita, se representa siempre como instrumento phálico que utilizó el Espíritu Santo para  fecundar a la Virgen María. La misma palabra Sacrosanto proviene de Sacro, y por lo tanto es de origen phálico.
         El culto phálico es terriblemente divino. El Culto phálico es trascendentalmente científico y profundamente filosófico.
         En los mismos laboratorios se están descubriendo los principios energéticos y místicos del phalo y del útero. Las glándulas sexuales encierran terribles fuerzas que la ciencia de laboratorio está revelando. Ya los hombres de ciencia comienzan a reconocer públicamente el valor irrefutable de los cultos phálicos antiguos.
         ¿Quién puede negar que dentro de la semilla existe todo el potencial de la vida universal? Lamentamos que alguna corriente de la actual ciencia materialista sólo se limite a criticar  burlonamente lo que desconoce, y no haga un intento de investigar, por ejemplo, ¿por qué en San Agustín se rindió culto al phalismo sagrado?        
Algunos códices de Mesoamérica nos ilustran de cómo en los patios empedrados de los templos aztecas, hombres y mujeres se unían sexualmente para despertar el Fuego Sagrado; ese Fuego es llamado en la India, Kundalini. Allí, las parejas permanecían meses y años enteros amándose, acariciándose y practicando Magia Sexual sin derramar el Esperma Sagrado.
         En los Misterios de Eleusis, la Magia Sexual era la base misma de los Misterios Sexuales. Y es menester afirmar con gran énfasis, que el Phalismo Sagrado es la base de la Auto-realización Íntima del Ser (la Salvación del ser humano).
         Todas las principales herramientas de la Masonería sirven para trabajar con la Piedra. Cada Maestro Masón debe cincelar bien su Piedra Filosofal. Esta piedra es el sexo. Debemos edificar el Templo del Eterno, sobre la piedra viva. Cuando observamos las esculturas  Agustinianas venimos a descubrir que esta cultura, como todas las que florecieron en Indo América, prevaleció el dominio completo de la fuerza de la Serpiente; y la Serpiente está relacionada con el Phalismo Sagrado. Los viejos Sacerdotes de Indo América sabían que la Serpiente o Kundalini puede despertarse por el Suprasexo.

Esta fuerza particular se localiza en la base de la espina dorsal, parte de ella en la actualidad dentro de los órganos generativos.
Los orientales reconocen esto. Ciertos hindúes utilizan el sexo para meditar.
Ellos usan una forma diferente de manifestación del sexo, como es la Magia Sexual; y una posición diferente sobre esta temática para lograr resultados específicos, y lo han alcanzado. Los antiguos, siglos y siglos atrás, reverenciaban el sexo. Ellos llegaron al Culto
Phálico.
         Aquellas “religiones” que dicen que no debiera haber sexo entre el esposo y la mujer están trágicamente equivocadas; y están en contra de las enseñanzas que los Agustinianos nos dan por medio de su arte erótico.
         Estas “religiones” que dicen que no se deben tener experiencias sexuales, tratan de sofocar la Revolución Psicológica Individual, como lo plantea el Phalismo Sagrado de
San Agustín.          La estatuaria de San Agustín invita a que cambiemos toda la falsa modestia y todas las falsas enseñanzas sobre el sexo, para que el hombre llegue a su verdadero Ser.  El culto phálico Agustiniano es tan antiguo como el Mundo.
         Sería un absurdo continuar pensando que el varón y la mujer son simplemente una masa de protoplasma, de carne pegada a un armazón de huesos. Los fisiólogos y otros han analizado el cuerpo del hombre, y lo han reducido todo a una masa de carne y huesos. Pueden discutir sobre éste o aquel hueso, sobre los diferentes órganos, pero éstas son todas cosas materiales. No han descubierto, ni han tratado de descubrir las cosas más secretas, las cosas intangibles, las cosas que los indios, los chinos y los tibetanos conocían desde hace siglos y siglos antes de la edad actual.
         La espina dorsal es, en verdad, de una estructura importantísima. Contiene la médula espinal, sin la cual queda uno paralizado, sin la cual se es un inútil como ser humano. Pero la espina dorsal es más importante que todo eso. Exactamente en el centro del nervio espinal; la médula espinal es un conducto que se extiende a otras dimensiones (Cuarta, Quinta, Sexta dimensiones, etc.); es un conducto sobre el cual la fuerza conocida como Kundalini puede viajar cuando se despierta. En la  base de la espina dorsal está lo que los orientales llaman la Serpiente de Fuego. Es el asiento de la
vida misma.
         Los Agustinianos eran serpentinos y eso está categóricamente demostrado en su estatuaria; para los Indo americanos, la Serpiente representa un inmenso poder; pero por diversas razones como la inmunda fornicación o pérdida del Esperma Sagrado, no puede despertar…

La Magia Sexual sólo debe practicarse entre esposo y esposa. Quienes abusan y practican con otras mujeres fracasan inevitablemente.
         Existen en el Mundo muchas Escuelas Infrasexuales que odian mortalmente el Culto Phálico y la Magia Sexual. Los amantes del saber deben huir de esas Escuelas si no quieren volverse también Infrasexuales. Es necesario recordar que el Infrasexo odia al sexo normal y al Suprasexo.
El Infrasexo, en todos los tiempos ha blasfemado contra el Tercer Logos, el Sacratísimo Espíritu Santo, considerando al sexo como tabú, pecado,
motivo de vergüenza, disimulo, etc.
         Los Infrasexuales tienen escuelas donde se enseña a odiar al sexo. Los Infrasexuales se auto-consideran Mahatmas, Hierofantes, etc.          Los amantes del saber suelen confundirse ante los Infrasexuales. Tienen éstos ciertas poses tan místicas e inefables, tan anacoretas y pietistas, que si no se tiene cierta comprensión, pueden muy fácilmente extraviar a otros por el camino Infrasexual.
         El Culto Phálico, tal como lo enseñan los Agustinianos en su arte erótico, es el único que puede llevar al ser humano a la Auto-realización Intima.
         Lo que hoy rechaza la ciencia, mañana lo admite. Los que hoy se ríen de los Agustinianos y de su estatuaria etc., tendrán después que reírse de sí mismos y enrojecer de vergüenza cuando la Antropología Gnóstica demuestre con sus estudios científicos el Phalismo Sagrado de esta cultura.          El sexo puede liberar o esclavizar al hombre. Nadie puede llegar a ser íntegro; nadie puede realizarse a fondo sin la fuerza sexual. El sexo es el poder del alma.
El ser
humano íntegro se logra con la fusión absoluta de los polos masculino y femenino del alma.
La fuerza sexual se desarrolla, evoluciona y progresa en siete niveles. (Los Siete Niveles del Alma).
         En el mundo físico el sexo es una fuerza ciega de mutua atracción; en el astral la atracción sexual se fundamenta en la afinidad de los tipos según sus polaridades y esencias. En el mental la atracción sexual se realiza según las leyes de la polaridad y de la afinidad mental. En el plano causal, la atracción sexual se realiza sobre la base de la Voluntad Consciente. Es precisamente en este plano de las causas naturales donde se realiza conscientemente la plena unificación del alma. Realmente nadie puede llegar a la gloria plena del Matrimonio Perfecto, sin haber alcanzado este cuarto estado de integración humana.
         La humanidad actual necesita comprender a fondo todo el problema sexual. La gente actual necesita trascender la mecánica del sexo, como lo sugiere el arte erótico Agustiniano. Si queremos un mundo de gente superior, es indispensable que la humana pareja sepa procrear hijos de la sabiduría; en el instante supremo de la concepción, las esencias humanas están completamente
abiertas a toda clase de influencias. El estado de pureza de los padres y la  fuerza de voluntad para no derramar el Esperma Sagrado, es lo único que puede protegerlos contra el peligro de que se infiltren en el zoospermo y en el óvulo substancias subhumanas de Egos bestiales que quieren
retornar a este “valle de lágrimas”.
         La estatuaria donde se muestra el phalo señala con claridad, que en Indo América hubo culto phálico; lamentablemente malmirado por aquellos intonsos de sabiduría, que repudiando al espíritu que vivifica, han interpretado el culto phálico de una manera tan alejada de la realidad, sin comprender su honda significación. ¡Ah! ¡Si las gentes entendieran todo esto, si comprendieran el hondo significado de estas esculturas! Es ostensible, que existe sexualidad pura, trascendente erotismo en el arte erótico
Agustiniano.  El phalo es el emblema del poder y de la fuerza que en el amanecer del mundo se representó con la lanza. La lanza como elemento fundamental deviene a la existencia en los pueblo del Oriente como instrumento de guerra y de liberación y también es tenida por sagrada en todos los pueblos de la antigüedad  Entre el sopor profundo de la noche de los siglos duerme aquella legendaria ciudad de los Sabinos, fundada por Himella  o Medio Fidio, dicen viejas tradiciones Arias que esas gentes conocieron a fondo los Misterios Sexuales de la lanza.
         La lanza es el símbolo viviente del sexo masculino, por tal motivo juega también un gran papel en incontables tradiciones del mundo asiático, pues, se halla relacionada directamente con el camino de la regeneración sexual trascendente, incluso el Hastapura o Hastinapura es el símbolo viviente de la Jerusalén Celestial.
El conocimiento filosófico de la lanza, fue conocido en los Misterios Sexuales Orientales, incluyendo China, Egipto, Persia, Mesopotamia, Turquestán, India, Palestina, etc. Es notoria también en los sublimes cultos religiosos de los nahuas, toltecas, mayas, incas, quechuas, etc.
         El culto de la lanza sagrada se extendió majestuosamente por todo el mundo antiguo. Ak Bá Al, con su lanza de Fuego pudo aniquilar a pueblos enteros, es decir, “agregados” psíquicos. Consultado un Mama sobre el culto fálico en Indo América, respondió: “ Con ese instrumento la Reina Ígnea Gaulchováng reduce a cenizas todos los demonios de la ira, orgullo, venganza, celos, mentira, etc., sólo mediante la lanza, cuando el varón y la mujer están conectados  en el sexo, puede pedir a la Madre del Fuego que realice esta operación y ella mediante la potencia sexual, que es la lanza, elimina esas criaturas animalescas, esas criaturas infernales cavernarias que cada cual lleva dentro y entre las cuales duerme Dios (la Conciencia), y así es como adviene la liberación radical”.


Aquí hay sabiduría, y quien tenga entendimiento que entienda…



domingo, 3 de junio de 2012

La Magia del Sexo

VISITA A SAN AGUSTÍN (2ª. PARTE),


Ciertamente, el arte erótico que encontramos en San Agustín es formidable; este arte de naturaleza realmente objetiva, es claro que se halla asociado a la ciencia, a la religión en su forma más pura; en tiempos de la antigua cultura Agustiniana, en Indo América el arte erótico jamás estuvo divorciado de la religión, de la ciencia y de la filosofía.
Por medio del arte erótico se llega directamente a la Conciencia; por medio del arte erótico se instruye a la Conciencia Tántrica, y esto es admirable.
En San Agustín, glorioso, inmortal, se habló a tra­vés del phalismo sagrado en forma de símbolos gnósticos. Quienes piensan erradamente que en San Agustín se adoraban ídolos, es­tán totalmente equivocados, porque los Agustinianos tenían una cultura portentosa que deviene de los más antiguos tiempos; en su estatuaria encontramos una Doctrina Solar, que percibida directamente por la Conciencia, nos podría llevar a un nivel de más alta civilización.
Incuestionablemente, los símbolos phálicos Agustinianos están impregnados de colosal sabiduría divinal. Quienes suponen que el phalismo es algo meramente idolátrico, se hallan perfectamente errados; la Antropología Gnóstica dice que las esculturas encontradas en este sagrado sitio no representan jamás fetiches o tabúes, pues los Agustinianos no eran tan ignorantes como suponen los “investigadores” de la Antropología Oficial; en realidad en San Agustín se rindió culto a los eternos principios masculino y femenino que son el fundamento de toda creación.
Lo que estamos diciendo aquí, con seguridad no podrá ser entendido por aquellos que están embotellados dentro de los dogmas cien­tíficos. Pero el Arte Agustiniano erótico nada tiene que ver con todas las jergas cien­tificistas “modernas”; este Arte Regio conserva viejas tradiciones milenarias, viven en ellas, y nadie podría ha­cerle cambiar esta realidad. Así pues, San Agustín tuvo una cultura que ni remotamente sospechan las gentes de esta época.
El grupo de estudiantes de la Antropología Gnóstica que ha visitado los parques arqueológicos de San Agustín, así como sus diversos museos oficiales y privados han examinado en forma clara y precisa, los Misterios Sexuales encerrados en el arte erótico de esta grande cultura Indo americana. Nosotros nos inclinamos reverentes ante los grandes Misterios de esta verdadera Escuela Regeneradora que se desarrolló aquí en este sacro lugar.
¡Quién podría negar que en el amanecer de la humanidad existieran poderosas civilizaciones y sublimes Misterios! ¡Quién podría ignorar que los monumentales Misterios de las Culturas Indo americanas son sexuales! ¡Quién podría desconocer que toda religión solar tiene su origen sexual!
Indudablemente, los Misterios que se desenvolvieron en San Agustín, tienen como base la veneración y respeto del Phalo y del Yoni, es decir, del órgano sexual masculino y del órgano sexual femenino. Evidentemente, los Misterios Sexuales resplandecieron abrazadoramente en las Escuelas Iniciáticas que brillaron en este sitio inmemorial. Los principios de auto-educación sexual, son perceptibles en cada una de sus estelas.
En la Antropología Gnóstica tenemos conocimientos de que el secreto de la unión sexual entre varón y mujer (sin eyacular el “Esperma Sagrado” y sin cometer el crimen imperdonable de llegar al “orgasmo”) conocido como “Magia Sexual”, era transmitido entre las castas sacerdotales de padre a hijos y en secreto. ¡Ay de quienes traicionaban tales Misterios! Más les valía colarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al mar.
El arte erótico bulle y palpita evidentemente en la estatuaria Agustiniana; donde están presentes los principios masculino y femenino, resplandeciendo como Dioses y Diosas en el fondo de todas las edades. El Hombre Real (no el “animal Intelectual moderno”) como lo vemos en muchas de sus estatuas, se gesta en los Misterios de la Magia Sexual o Suprasexo. El Suprasexo es la representación del Eterno Amor que fluye y palpita en todo el Universo.
En el génesis de cualquier creación encontramos siempre el inmutable masculino y el eterno femenino en pleno coito místico metafísico. Sin duda alguna, Dios resplandece sobre la pareja perfecta, como se demuestra en el génesis de todos los textos sagrados.
Se nos ha dicho con gran verdad, que todos los sistemas de Auto-educación íntima son sexuales; lamentamos profundamente y para nosotros los que estudiamos la Antropología Gnóstica, es muy doloroso ver cómo la moderna humanidad ha cometido el error de subestimar el sexo, o de considerarlo en sus más bajas manifestaciones, como es el caso del Infrasexo con todas sus tendencias asqueantes de aberraciones o sexopatías.
Invitamos a la desdichada humanidad abatida por la ignorancia en materia sexual, a comprender la trascendencia de la función sexual; y para salir de esto puede iniciarse con el estudio de cada estatua Agustiniana, hasta lograr vislumbrar que la Gran Mística Universal es sólo Una y Cósmica. Esta Gran Mística asume diferentes formas según las necesidades de la humanidad. Así, pues, resulta utópica esa lucha fratricida entre las diferentes formas místicas o entre budistas, sintoistas, cristianos, Islamismo, Hinduismo. etc., etc., porque en el fondo todas estas manifestaciones son únicamente modificaciones de la Gran Mística Universal y de la Alta Cultura del Espíritu. “Hay que arrancarle a estas estatuas la palabra que da vida”.
Todo fenómeno, sean éstos físicos, biológicos, psíquicos, etc., es una triple manifestación de materia, energía y conciencia, por lo tanto resulta absurdo esa lucha entre la mística y la ciencia. En verdad, sólo existe una ciencia universal, es la Ciencia Pura; donde la Filosofía, el Arte y la Mística, están integrados.
El Suprasexo o Magia Sexual es la síntesis de la ciencia pura; el Suprasexo es universal; se conoció en secreto en los Misterios del Cristianismo Primitivo, de los Templarios, de Eleusis, Roma, Mitra, Cartago, Celtas, Fenicios Druidas, Esenios, Aztecas, Mayas, Incas, Kogi, etc., etc. Ahí encontrará el investigador consciente arte erótico, que está en clave, pero el que tiene entendimiento entenderá intuitivamente.
El arte erótico que encontramos en San Agustín nos presenta al sexo en sí mismo, como la función creadora más trascendente y trascendental; empero, desafortunadamente, las gentes actuales ignoran ésto, porque en el mundo “dizque” civilizado, reina soberana el oscurantismo en esta materia.
Nosotros hemos investigado, aquí en San Agustín todos los grandes tesoros de la Alta Cultura del Espíritu, hemos escudriñado el fondo del gran arte erótico, y aquí hemos hallado la clave suprema de todos los Secretos y la llave de todos los Misterios: La Magia Sexual. El Secreto de todos los Secretos está en el Suprasexo; de él hablaron los Alquimistas Medievales y lo llamaron la Piedra Filosofal; esa Piedra se encuentra en los órganos sexuales tanto del varón como de la mujer.
Al Suprasexo lo encontramos en clave en cada pieza eróticas de San Agustín. Infortunadamente, los estudiosos que se acercan a instruirse con estas estelas,desconociendo totalmente los principios de la Antropología Gnóstica, ven en estas estatuas sexopatías, anormalidades sexuales de sus artistas; obviamente, estas opiniones absurdas, esos exabruptos inaceptables, se deben a la ignorancia de los intelectuales de esta época decadente; pues, por ninguna parte encontramos que los artistas Agustinianos nos inviten a malgastar la energía sexual.
La Magia Sexual es la función creadora más encumbrada y tiene como función vital, regenerar al ser humano.
En San Agustín encontramos vestigios arqueológicos que nos demuestran hasta la saciedad la existencia de un Culto Phálico Sagrado, y los testimonios antropológicos son muchos, como sus distintas formas y manifestaciones.
Resulta evidente el carácter ritualístico que tienen los símbolos sexuales Agustinianos, así como también su hondo significado para la Conciencia Superlativa del Ser, y aquí, el arte erótico tomó forma para dejar su mensaje expresado a través de la belleza y la armonía de la erudición de los artistas gnósticos que elaboraron estas esculturas.
Para comprender el verdadero significado de las ceremonias y de los rituales sexuales plasmados en las piedras Agustinianas, dirijamos nuestra atención intencionalmente al Tantrismo del Próximo Oriente, lugar exótico de donde deviene la Magia Sexual enseñada actualmente, por los Grandes Iniciados Indostanes que tenían como base el phalismo sagrado. Allí se enfatiza la idea que un coito metafísico realizado entre un varón con una mujer, es una auténtica panacea para el logro de los más altos estados místicos.
Además, tengamos en cuenta que el phalismo sexual y el culto al Fuego Sagrado son antiquísimos; en Asia, por ejemplo, existen vestigios de templos y antecámaras, donde se le rendía culto.
La historia de todas las religiones solares, está llena de símbolos y amuletos phálicos, tales como el “Mizpah hebreo”, el “Poste de Mayo Cristiano”, etc. Así, también podemos afirmar, que los phalos de piedra descubiertos por aquí, por allá y acullá, están vinculados con las ceremonias de Iniciación en la Magia Sexual.
Al igual que en el Próximo Oriente, los órganos sexuales desempeñan un gran papel en San Agustín; si embargo, son más sobresalientes las representaciones del órgano sexual masculino, pues el femenino está dado de manera simbólica, tal como la fertilidad, el vaso o recipiente que llevan algunas estatuas, la preñez en otras, etc., etc.En el arte erótico Agustiniano podemos captar que el órgano sexual masculino es el símbolo viviente de la Potencia Sexual que debe imperar en la práctica del Suprasexo. Eventualmente, las imágenes representativas del Phalo son abundantes. En el arte regio Agustiniano, el phalo aparece insinuado en forma insólita y hasta inusitado. Tal órgano sexual masculino es el tema central de la piedra erótica del antiguo San Agustín.
En tiempos arcaicos se veneraron profundamente las piedras sagradas de forma phálica; otras veces semejantes a la vulva; piedras de pedernal y de sílice, que se tenían por sagradas, por cuanto con ella producían el Fuego Sagrado como divino privilegio, tal como lo podemos apreciar en Indo América.
Un investigador de la Antropología Gnóstica, José Jesús Leal, sobre el estudio del arte erótico en Indo América, dice. “Es una lástima que las joyas más preciosas de la Magia Sexual no se conserven, y que solamente existan los recuerdos degenerados de las costumbres del período de la decadencia, que quedó mencionado en la fuente escrita y que se refiere a lo que los españoles recogieron del reciente pasado a la conquista y sus observaciones sobre todo a las costumbres, tal como aparecen en las crónicas de los siglos XVI y XVII, escritas por personas tan famosas como Garcilaso y Guamanpoma…Es una lástima que tales escritos antiguos mencionen y lleguen hasta la época donde se mantiene el aspecto sociológico externo, como la constitución de la familia, el adulterio y sus castigos, etc., sin considerar sus aspectos ontológicos y soteriológicos”.
“Así, considero, que las fuentes de los siglos XVI y XVII, que guardan los distintos archivos como el “Estudio de Basto”, y los escritos de varios eruditos, son insuficientes como material escrito, en todo lo que se relaciona con las expresiones de amor…”
Aquellos que opinan que el phalismo de San Agustín es la producción con fines obscenos o viciosos sin ningún propósito sublime, están muy equivocados; no negamos que existió la decadencia sexual o caída en el Infrasexualismo de las grandes culturas en el territorio americano, pero ésto no es el caso de la estatuaria de este lugar; sino por el contrario, esta magnífica concepción de representar el sexo por medio de la piedra, tiene como base una tremenda verdad: La Magia del Sexo.
Estas representaciones sexuales Agustinianas, es axiomático y meridiano que rechaza al Infrasexo, es decir, están ausentes las horripilantes sexopatías y plasma secretamente el maravilloso goce de vivir a través del Suprasexo, que es el propósito exquisito de la sexualidad mística, cuestión que los artistas regios de la naturaleza que moldearon estas estelas dejaron para la posteridad, que es la finalidad del arte regio objetivo, la realidad del Suprasexo, práctica deífica que guarda concomitancia exacta con la idea de que a través de la sexualidad trascendente llegamos a fusionarnos con la Deidad íntima particular.
El sexo expresado en este interesantísimo lenguaje de la estatuaria, nos invita a utilizar la fuerza de Eros, que tiene su manutención en la Magia Sexual, la es la ciencia metafísica erótica que nos permite controlar las fuerzas sutiles de nuestra naturaleza interior; arte prodigioso que nos invita influir conscientemente sobre los principios causales de nuestra propia naturaleza íntima.
La energía sexual es fuera de toda duda la energía extraordinaria que cuando es sabiamente transmutada coloca al hombre en comunicación directa con su propio Ser divinal, llamando a la actividad a sus distintas partes íntimas.
Este Cuaderno Gnóstico, trata únicamente sobre el arte erótico Agustiniano. No es un Cuaderno para ser leído, sino para ser experimentado por todas las Partes Autónomas, Auto-conscientes y Auto-independientes de nuestro propio Ser Profundo…